a friend told me that japanese were crazy but he still loves their bikes
This is just the Beijing 2008 claim the other way around. But whoever chose it was right. Sometimes the electric city inside we are living, that global tiny village some times and that huge hub others has the ability to surprise.
Two years ago Father and Mother bunny were walking around Hong Kong island and there they bought a Nokia phone (from Finland). I was there, and Father Bunny instantly became crazy about me being their new step child.
Since the beginning he addressed a lot of love to me. He and mother bunny got crazy about their new step bunny child and they began to do a lot of stupid things under other citizens views.
Somewhere, sometime, in the middle of all this mesh Father Bunny and I started an online diary (a blog). Mother bunny was sceptical and my father’s co-workers and friends even more.
Exploring life as only a little bunny can do. This was our motto. And while others really care about their 15 minutes fading stars, we just concentrate in doing whatever we want just for our enjoyment.
And in a global world this sometimes means that thousand miles away there’s another bunny family with an online diary devoted to their bunny children. And thank you to gmail, blogger and wifi connections we ended up in Tokyo having a wonderful dinner together.
And while reviewing our pictures with father bunny I can not stop thinking how a lucky bunny I am.
Sometimes fate has driven me to peaceful places away from bussy cities
Un sueño y un mundo en el que soñar.
El título recuerda vagamente al slogan de los juegos olímpicos de Pekín 2008. Pero quién decidió el mismo tenía razón. En algunas ocasiones la ciudad eléctrica en la que vivimos, esa aldea global a veces, otras ese gran intercomunicador tiene la capacidad de sorprendernos.
Hace dos años Papá y Mamá conejo estaban paseando por Hong Kong y se compraron un teléfono Nokia (hecho en Finlandia). Yo estaba allí y Papá conejo supo que yo debía ser su conejo hija adoptada.
Papa Conejo y yo hemos estado siempre muy unidos. Tanto Papá como Mamá conejo se volvieron locos con su nueva conejo hija y empezaron a hacer un montón de cosas estúpidas bajo los ojos de otros ciudadanos.
En algún sitio, en algún momento, en medio de esta situación, Papá conejo y yo empezamos a publicar un diario electrónico (un blog) . Mamá coneja era tan escéptica como los colegas de mi padre y sus amigos comunes.
Explorar la vida como solo una pequeña coneja puede hacerlo. Este fue nuestro lema. Y mientras otros se preocupaban y preocupan por sus 15 minutos de efímera estrella, nosotros nos concentramos en hacer lo que nos daba la gana para nuestra propia diversión.
Y, en un mundo global esto algunas veces significa que a muchos kilómetros de distancia uno encuentra a otra conejo familia con otro diario electrónico sobre sus adorados conejo hijos. Y gracias a google, a gmail, blogger y las conexiones inalámbricas acabamos en Tokyo cenando juntos.
Y mientras mirábamos las fotos Papá conejo y yo no podíamos parar de pensar en lo conejo afortunados que somos.